En Alipte, uno de nuestros principales servicios es el de la rehabilitación, así que te contamos un poco en qué consiste y, al final, qué es lo que nos diferencia en el sector de la rehabilitación dentro de la fisioterapia.

Qué es la rehabilitación

Rehabilitar significa, según el diccionario, “habilitar de nuevo o restituir una persona o cosa a su antiguo estado”.

La anterior definición tiene todo el sentido porque, la rehabilitación en fisioterapia consiste en llevar a cabo un proceso mediante el cual se ayude a las personas a recuperar su movilidad, fuerza y funcionalidad tras una lesión o enfermedad concreta.

Rehabilitación Física

En lo que respecta a Alipte, como Centro de Rehabilitación Física en Zaragoza, la fisioterapia se utiliza para tratar una amplia variedad de problemas de salud, incluyendo lesiones deportivas, problemas de columna vertebral u otros problemas de movilidad.

La fisioterapia para el servicio de rehabilitación se basa en el uso de ejercicios y técnicas terapéuticas para ayuda a mejorar la movilidad y la fuerza muscular. Esto puede incluir estiramientos, fortalecimiento, masajes, terapia manual, electroterapia, etc.

Los fisioterapeutas, durante la terapia de rehabilitación, también aconsejamos acerca de la prevención de futuras lesiones y cómo manejar el dolor y la inflamación en caso de que el daño ya esté hecho.

Por ejemplo, en relación a los casos en que te tienes que poner calor y aquellos otros en que es preferible la aplicación de frío.

El objetivo de la fisioterapia en el tratamiento de rehabilitación es ayudar a las personas a recuperar su capacidad para realizar las actividades diarias, ya sean estas actividades básicas o actividades más exigentes en el caso de aquellas otras personas que hagan deporte, para las que habrá que buscar la recuperación del nivel de actividad anterior a la lesión, si no superior.

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Por tanto las técnicas de rehabilitación que llevamos a cabo en Alipte pueden incluir ayudar a las personas a volver a caminar, subir escaleras o levantar objetos de diferente peso (lo que te comentaba arriba como actividad básica), así como ayudar a los pacientes a mejorar su postura, equilibrio y coordinación (también básicas pero fundamentales para todas las demás).

La fisioterapia en la rehabilitación se utiliza en una variedad de entornos donde incluyo hospitales, clínicas, centros de rehabilitación y en el propio domicilio.

Personalmente, como fisio, puedo y debo trabajar en equipo con otros profesionales de la salud, ya sean médicos rehabilitadores, enfermeros, entrenadores personales, terapeutas ocupacionales, etc. con el fin de proporcionar un enfoque de rehabilitación integral en tu recuperación, que es el objetivo principal de todos nosotros.

Quién necesita la Rehabilitación

Evidentemente existen diferentes tipologías de personas que pueden necesitar rehabilitación en algún momento de su vida; incluyo aquí a aquellas personas que han sufrido lesiones deportivas, accidentes de tráfico, accidentes laborales, enfermedades crónicas o discapacidades.

Igualmente, la terapia de rehabilitación puede ser requerida también para personas que han recibido una cirugía, ya sea de rodilla, cadera, etc.; o aquellas que han padecido una lesión cerebral o espinal.

El tratamiento rehabilitador también puede ser recomendado para personas mayores o para quienes padecen enfermedades de carácter crónico como puede ser la artritis, el asma u otra enfermedad pulmonar. En estos casos, la rehabilitación irá encaminada a que estas personas puedan mantener su movilidad y funcionalidad.

Objetivos de la rehabilitación

Si bien los objetivos del tratamiento rehabilitador van a depender del tipo de patología que estemos tratando, diré que, con carácter general, los objetivos del tratamiento de rehabilitación serían:

1.  Recuperación de la función física. Aquí me refiero a la recuperación de la movilidad, la fortaleza y el equilibrio, como los tres pilares fundamentales del proceso rehabilitante.

En este punto debo decir que la fisioterapia es una disciplina clave en la rehabilitación y se enfoca en la recuperación de la función física mediante la implantación de un programa de ejercicios, masajes y técnicas específicas y singulares para las características del caso concreto.

2.  Alivio del dolor. La rehabilitación también busca aliviar el dolor asociado con lesiones o enfermedades. Los fisioterapeutas utilizamos técnicas para el alivio del dolor como masajes, electroterapia, terapia manual, etc.

3.  Mejora de la movilidad y la capacidad funcional. Ello con el fin de que la persona recupere la capacidad para llevar a cabo sus actividades diarias.

4.  Prevención de la recaída. Con el proceso rehabilitador también buscamos prevenir la recaída de lesiones o enfermedades mediante la educación postural o la promoción de un estilo de vida saludable.

5.  Mejora de la calidad de vida. Al final, el proceso de rehabilitación tiende a la mejora del bienestar físico, emocional y social de la persona.

En qué consiste un programa de rehabilitación

Un programa de rehabilitación se diseña para ayudar a las personas a volver a su nivel de actividad previo a la lesión o enfermedad, tratando de alcanzar su máximo potencial de recuperación y mejorar así el bienestar integral de la persona.

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Por lo tanto, un programa de rehabilitación puede incluir una variedad de intervenciones, dependiendo siempre de las circunstancias particulares del caso. Más adelante me comprometo a escribir sobre algún caso concreto de proceso de rehabilitación, como por ejemplo tras una operación de ligamento cruzado.

Pues bien, algunos ejemplos comunes de planes de rehabilitación incluyen ejercicios de fortalecimiento para compensar la zona afectada o estiramientos para evitar el acortamiento de zonas blandas.

Rehabilitación deportiva

Se trata de una disciplina médica que se enfoca en ayudar a los deportistas a recuperarse de lesiones y volver a su nivel de rendimiento anterior.

El objetivo principal en este caso de rehabilitación deportiva es que el atleta vuelva a su disciplina tras la lesión, de manera segura y eficiente, añadiendo también la prevención de recaídas u otras futuras lesiones que podrían derivar de la primera.

Un programa de rehabilitación deportiva puede incluir ejercicios específicos para fortalecer la musculatura y mejorar la flexibilidad, terapia física para aliviar el dolor y la inflamación y terapia ocupacional para mejorar la coordinación y el equilibrio.

Según el caso podría incluir tratamientos mediante masaje, punción seca, terapia mediante ondas de choque, electroestimulación y un largo etcétera de recursos con los que contamos en Alipte.

La rehabilitación deportiva se utiliza comúnmente en el tratamiento de lesiones como esguinces de tobillo, lesiones en los hombros (como el síndrome del hombro congelado), rodillas, caderas, así como en el tratamiento de lesiones relativas a las articulaciones.

Recuerdo aquí que el proceso de rehabilitación, en la deportiva como en cualquier otra, puede ser largo y pesado, por lo que requiere de la paciencia y dedicación por parte de la persona que lo lleva a cabo, sea deportista o no, si bien es cierto que, para el caso de los deportistas, la disciplina que traen de serie les viene muy bien para seguir nuestras instrucciones con mayor voluntad.

De cualquier forma, con el tiempo y el esfuerzo debidos, los atletas, respetando las instrucciones y los plazos, volverán a sus deportes con seguridad y eficiencia.

Rehabilitación en Clínica Alipte de Zaragoza

Ahora te cuento mi opinión personal sobre los procesos de rehabilitación que llevamos a cabo en Alipte:

En la primera sesión, nuestro objetivo es poder concluir e informar al paciente sobre qué parte de su problema podemos tratar y qué parte NO podemos tratar. Tan importante es lo que sí como lo que no.

Para nosotros es clave saber tanto lo que hay que hacer como lo que no hay que hacer. Muchas veces viene gente buscando una varita mágica y cuando no se puede, no se puede. Pero se le informa de ello al paciente: “Mira, esta parte en principio no te la puedo curar yo”.

En este caso solicitaríamos diferentes pruebas médicas, como ecografía, radiografía u otras para ver lo que hay y si se puede trabajar. A ciegas no, lo primero es la salud del paciente.

En Alipte, tras años de experiencia, podemos decir que una de las claves en un proceso de rehabilitación, es establecer qué parte del dolor corresponde a cada causa.

Por tanto, en esta primera sesión tratamos de establecer una relación de causa-efecto. Ejemplo: el otro día vino una mujer con una cadera operada cuatro meses atrás, seguía teniendo molestias. La clave aquí es escuchar a esa persona y obtener información de calidad con preguntas como: “¿Cómo es tu dolor hoy, desde que te levantas hasta que te acuestas?”.

Con la respuesta a esta pregunta se obtiene mucha información y, con base en ella, este primer día podemos dedicarnos a tratar de reproducir su dolor de manera pasiva para, así, sacar la anterior relación de causa-efecto.

En definitiva, saber cómo se manifiesta el dolor. Aquí quiero hacer hincapié en que es muy diferente el dolor muscular que el nervioso o el articular, y según este tipo llevaremos a cabo unas terapias rehabilitadoras u otras.

Según el tipo de dolor, el tratamiento rehabilitador irá en un sentido o en otro y, en el caso de que se corresponda la información de la paciente con la rehabilitación iniciada, la mejora es evidente, “he dado con la tecla”, a partir de ahí se diseña el plan de rehabilitación personalizado con base en la anterior relación de causa-efecto.

Otro caso: paciente que, tras treinta años de mala postura laboral en un puesto de administrativo tiene la espalda hecha polvo. Ha ido a otros fisios donde le han descargado muscularmente pero a los tres días vuelve a estar mal.

Por qué le ocurre esto, porque no tiene el tono muscular necesario. A partir de obtener esta información preguntando al propio paciente y atando cabos en relación a su dolor, lo mismo de antes: diseño del plan específico de rehabilitación, en este caso con el apoyo de Luis Casanova como preparador físico, para el fortalecimiento de la espalda de esta persona y que no recaiga de nuevo.

El paciente decidirá si se lleva una tabla de ejercicios a casa o lleva a cabo el plan en nuestra clínica de fisioterapia en el centro de Zaragoza. Si el paciente es perezoso en casa, personalmente le recomendamos que venga todas las semanas para coger la rutina, “obligándose” así a fortalecer su espalda, que es el fin último para su recuperación.

En definitiva, tratamos a cada paciente como lo que es, una persona singular con una dolencia singular y necesitada de un tratamiento singular. Y buscamos su evolución desde el día uno, ya sea de mejora inmediata del síntoma del paciente o bien mediante el entendimiento, por parte de este, de cómo va a ser la evolución de su lesión.

Evidentemente, hay lesiones que no van a mejorar el primer día, por eso es importante que la persona lo entienda y se comprometa a trabajar para mejorar, adaptando el plan de rehabilitación a sus circunstancias pero de tal manera que sea un trabajo de dos pilares, nuestra parte como fisios y la parte del paciente como “trabajador” para la evolución favorable de su patología.